Por Michelle Fauré –
Como consultora de innovación con experiencia en más de 20 incubaciones de proyectos innovadores en diversas industrias, me gustaría compartir tres consideraciones importantes al iniciar un proceso de incubación.
Ten cuidado con las fechas
Aunque las vacaciones son momentos maravillosos que nos permiten despejar la mente y estar más motivados para incubar nuevas ideas, resulta paradójico que también puedan convertirse en enemigos para los facilitadores de procesos de incubación.
Al confirmar tu equipo para iniciar un nuevo proceso de incubación, asegúrate de que no coincida con vacaciones o períodos de alta carga de trabajo. Es crucial contar con un equipo completo y comprometido para garantizar la continuidad del proceso y aprovechar la inteligencia colectiva de cada miembro. Es preferible retrasar el inicio del proceso si eso significa tener al equipo completo desde el principio.
Ni muchos ni muy pocos
En mi experiencia, un equipo ideal para incubar proyectos consta de 3 a 5 personas. Equipos con menos de 3 integrantes quedan expuestos a eventualidades fuera de nuestro control, como enfermedades o accidentes, y pueden experimentar una carga de trabajo excesiva para uno o dos individuos, lo que puede generar estrés innecesario.
Por otro lado, tener más de 5 personas en el equipo puede dificultar la toma de decisiones y la llegada a acuerdos. La energía se dispersa y concentrarse en la tarea se vuelve más complejo.
Cuidado con las jerarquías
La composición del equipo también es crucial. Es importante evitar que la presencia de un líder muy dominante conduzca a que los demás integrantes sientan que carecen de poder de decisión o que el proceso se vea sesgado hacia la visión de esa persona. Esto está estrechamente relacionado con la cultura de la empresa, pero es un aspecto importante a considerar.
Al mismo tiempo, perfiles muy junior pueden carecer de conocimientos expertos sobre el tema en cuestión o sobre la dinámica de trabajo dentro de la empresa. El equilibrio radica en formar un equipo con el tiempo necesario para dedicarse a las tareas, con conocimientos suficientes para llevar a cabo la idea y donde se genere un ambiente de confianza en el que todas las opiniones sean igualmente valoradas.
Espero que estas consideraciones sean de gran ayuda al confirmar tu equipo de incubación. La experiencia ha demostrado que cuidar las fechas, mantener un equipo de tamaño adecuado y prestar atención a la dinámica de jerarquía pueden marcar la diferencia en el éxito de tu proceso de incubación. Al seguir estas pautas, estarás mejor preparado para enfrentar los desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades que surjan durante el proceso. ¡Buena suerte en tu próxima incubación!