Por Iván Merchán –
El Plan estratégico es el proceso de establecer un escenario y condición actual, definir un escenario y condición a futuro y finalmente diseñar y cumplir un plan brillante para lograrlo. Es definitivamente VITAL para direccionar, organizar e impulsar la operación y expansión de cualquier empresa.
En los viejos tiempos un Plan estratégico convencional tenía un plazo de “muchos años” y requería “harto” tiempo y esfuerzo para crearlo, ejecutarlo y cumplirlo. En la actualidad existen otras exigencias que plantean la siguiente pregunta. ¿Si el escenario y las condiciones cambian con frecuencia y drásticamente, que hacemos? Analicemos 3 opciones:
- Botar el plan estratégico original y manejar la empresa sobre la marcha. Aunque podría atender los cambios y urgencias a corto plazo, seguro será fatal a largo plazo y no es una opción válida.
- Ajustar el plan estratégico original (si tuviese buenos cimientos). Es una opción válida, pero lastimosamente la metodología convencional requiere mucho tiempo y esfuerzo para ajustar el plan constantemente y evitar su obsolescencia.
- Empezar un nuevo plan estratégico. Es también una opción válida, pero nuevamente la metodología convencional requiere demasiado tiempo y esfuerzo para hacerlo.
La metodología convencional fue adecuada para los “viejos tiempos” pero no para los “nuevos tiempos”, que exigen procesos ágiles e innovadores que manejen cambios rápidos y frecuentes del escenario y sus condiciones.
Para atender esto Transforme diseñó el MODELO T: Planificación estratégica ágil, un proceso rápido y funcional, que integra metodologías de innovación y herramientas de trabajo ágiles, para analizar el negocio en ciclos mucho más cortos, definir lo que sea “justo y necesario”, diseñar una estrategia suficientemente adaptable a los cambios del negocio y entregar resultados muy concretos y una hoja de ruta de implementación del tipo QUÉ, QUIÉN y PARA CUANDO.