Por Guillermo A. Beuchat –
La Inteligencia Artificial convive con nosotros desde hace décadas en varias de sus formas (visión computacional, procesamiento de lenguaje natural, analítica predictiva, machine learning, etc), sin embargo el año 2023 fuimos testigos de una explosión de la IA Generativa. La generación de texto, imágenes, videos y sonidos originales en base a “prompts” está revolucionando muchas industrias, reemplazando trabajos y rompiendo paradigmas. Gartner ya ubicó la IA Generativa en la cúspide de altas expectativas en su “Hype Cycle”, por lo que algunos expertos predicen un 2024 menos entusiasta, pero con una consolidación de los casos de uso efectivos que esta tecnología habilita en las actividades de las personas.
¿Qué ocurrirá con la IA Generativa en 2024? ¿Cómo afectará a las personas y las empresas?
Estas son nuestras tres predicciones de la Inteligencia Artificial Generativa para el 2024.
- 2023 fue el año de IA personales, 2024 será el año de Copilots empresariales. Uno de los obstáculos de adopción de IA Generativa en las empresas tiene que ver con la seguridad y privacidad de datos. Si necesitas escribir un correo o hacer una presentación de trabajo, la aplicación pública de ChatGPT no te sirve pues no tiene acceso a los datos de tu empresa. Y cargar dichos datos en ChatGPT suele constituir una violación de las políticas de ciberseguridad de las empresas. Por eso 2024 será el año de los “Copilots”: agentes con IA conversacional que habitan dentro del ecosistema cerrado de cada empresa, y se integran con software empresarial como GSuite o MSOffice 365. Algunos desarrolladores de software ya están vendiendo agentes de IA conversacional customizados, pero sin duda la masificación llegará con los Copilots anunciados por Microsoft y Google. Estos Copilots tendrán acceso a tu email, tus archivos, presentaciones y planillas, con el mismo estándar de seguridad de cualquier aplicación empresarial, y prometen ser significativamente más útiles y seguros que una aplicación externa. Incluso pueden asistir a reuniones por tí, escribir tus minutas y agendar los compromisos.
- Competencia y Comoditización de los modelos de lenguaje. Prácticamente todas las grandes empresas tecnológicas han lanzado sus propios modelos fundacionales con APIs de conexión. La mayoría de los modelos disponibles manejan muy bien el lenguaje, los códigos y los distintos idiomas. Algunos desarrolladores muestran preferencia por GPT4 (de openAI y disponible en plataformas y cloud Microsoft), otros por Gemini (de Google), otros por Llama (de Meta), otros por Claude (de Anthropic, financiado por Amazon). Al final, no será tan relevante quién provee el modelo y costará identificar las respuestas de uno u otro. Se rumorea eso sí, que los precios con los que operan actualmente los modelos son insuficientes para cubrir los costos operacionales y la mayoría de los modelos operan a pérdida, quemando capital de los grandes inversionistas. Ante un escenario no sustentable, es probable que los precios converjan a niveles un poco mayores a los actuales en el corto plazo (asumiendo que no hay algún salto tecnológico que permita mejoras sustantivas de eficiencia).
- Impulso de regulaciones y leyes sobre IA. En 2023 hemos observado un fuerte impulso por regular la IA en varias regiones del mundo, con diversos niveles de avance y profundidad. El poder ejecutivo de EEUU lanzó oficialmente su AI US Act y Europa ya publicó su regulación AI EU Act (la más avanzada y detallada del mundo). En total más de una treintena de países han pasado regulaciones locales de IA y otros cuantos están aún discutiéndolo. En Latinoamérica podemos mencionar a Perú, que aprobó un documento ley “marco” con los principales lineamientos, y a Chile, que lleva adelante mesas técnicas de trabajo y cuenta con un proyecto de ley en discusión. Aún no está claro el alcance y el impacto que estas normas tendrán en el desarrollo de la industria, pero vaticinamos algunos conflictos por los avances tecnológicos que desafiarán los límites de la regulación. Sí, probablemente la tecnología avanzará más rápido que la legislación.
Al margen de estas predicciones, hay un consenso generalizado en que la IA cambiará el mundo a ritmo muy acelerado. Por eso resulta fundamental “tomar el tren”, no dejarlo pasar, y aprovechar las nuevas oportunidades que se abren con la tecnología.