Por Guillermo A. Beuchat –
Si bien el pan es un alimento fabricado desde hace siglos, el año pasado ocurrió algo notable: una poco conocida panificadora llamada O’PanAI estrenó un producto llamado “CroissantGPT” que se convirtió rápidamente en un fenómeno comercial. Provocó una explosión en la demanda de todos los panes, incluídos otros como el Pan-E y el PanWay.
La fiebre del CroissantGPT llegó no solo a los consumidores, sino también a Hoteles y Restaurantes que rápidamente generaron alianzas con O’PanAI e incorporaron sus panes en el menú. Algunas grandes cadenas como McKinsey Hotels incluso lo promocionan con un pop-up en su home page global.
El instinto emprendedor del Homo Economicus tampoco se hizo esperar. Miles de personas querían subirse al carro del éxito. O’PanAI se percató de esto y astutamente ofreció un nuevo producto enfocado en emprendedores: venta al por mayor de CroissantGPT pre-cocido y congelado. Así las pequeñas panaderías de barrio proliferaron como hongos. Cada una enfocada en un sector geográfico o un segmento de la población, comenzaron a ofrecer ciertas variantes como el CroissantGPT glaceado o mi favorito: el CroissantGPT frito.
Un actor fundamental de esta historia que no podemos olvidar son las grandes inmobiliarias que arriendan locales a las panaderías y restaurantes. Algunas como Azure Real Estate y AWS inmobiliaria no tardaron en agregar hornos y equipamiento de cocina de primer nivel a su infraestructura, para hacerle la vida más fácil (y cobrar un poco más) a sus arrendatarios que desean vender CroissantGPT o alguna variante. Y sin duda un actor “oculto” tremendamente beneficiado fue el principal fabricante de hornos, llamado Envidia Kitchen. El 2023 vendió más hornos que nunca en su historia, al punto que se vió superado y tuvo severos quiebres de stock.
Inmovilismo, engolosinamiento y FOMO
Últimamente he tenido la oportunidad de hablar con amigos sibaritas, que sienten que deben incorporar CroissantGPT (o alguna variante customizada) a su dieta, pero no saben por dónde partir ni cuál elegir. Cuando encuentran una panadería en su barrio, inmediatamente dudan y caen en el inmovilismo. “¿Y si en el barrio de al lado hay una panadería mejor?” se preguntan. Anhelan poder estar al día en esta moda, contar con una buena guía que contenga todas las panaderías de la ciudad y un completo ranking de precio y calidad antes de comprar un pan. En otras ocasiones gastan grandes cantidades de dinero en censar primero todas las panaderías y comprar muchas muestras que terminan en la basura. Se engolosinan.
La causa de las reacciones mencionadas es un mal llamado “FOMO”, acrónimo de “Fear Of Missing Out” o “Miedo a quedarse fuera”. A los que padecen FOMO les digo: No tiene sentido pasarse la vida buscando el pan perfecto. Cada día aparecen miles de nuevas panaderías, y así también desaparecen muchas otras que no fueron exitosas. Mi recomendación es avanzar de a poco, paso a paso, comenzando por el CroissantGPT de la esquina. Si te gusta, ¡genial!. Si no te gusta, puedes hablar con esa panadería para adaptar el pan a tu gusto o ir a la panadería de al frente. Experimenta con lo que hay en tu barrio y probablemente el 80% de tu necesidad será resuelta rápido. Luego puedes ir por más. El peor error es el inmovilismo, el segundo peor error es el egolosinamiento, y el peor mal es el “FOMO”.
Si no quieres recorrer solo el camino o necesitas alguien con quien hablar de esto, llámanos. En Transforme te asesoramos, te acompañamos y te ayudamos a adoptar exitosamente la tecnología en tu empresa.