Por María Jesús Morandé –
¿Es la rebeldía el catalizador de la innovación en las empresas? La rebeldía, generalmente malinterpretada en el ámbito empresarial, es en realidad un gran impulsor de la innovación. Frente a estructuras y normativas que limitan la creatividad, desafiar los convencionalismos trae resultados realmente transformadores. Visionarios como Steve Jobs y Elon Musk, percibidos en su momento como rebeldes, no sólo desafiaron el status quo sino que lo redefinieron. Su ejemplo nos muestra cómo una rebeldía bien dirigida se convierte en una poderosa herramienta para impulsar el cambio y fomentar la innovación.
¿A qué barreras debemos rebelarnos?
Lamentablemente aún existen muchas organizaciones con, por una parte, estructuras jerárquicas muy rígidas y de estilo “Top-Down” que limitan a los colaboradores de niveles inferiores poder contribuir con ideas innovadoras. Por otra parte, desarrollan culturas conformistas que presionan de alguna manera a regirse a las normas y procedimientos establecidos, desalentando así el cuestionamiento y la experimentación, elementos cruciales para el proceso innovador. Además, muchas cuentan también con procesos lentos y burocráticos, una alta aversión al riesgo y un foco en resultados a corto plazo, entre otras barreras a la innovación.
Superar estos obstáculos requiere fomentar un ambiente que premie el cuestionamiento y la curiosidad, clave para mantenerse competitivo en un mercado en constante evolución.
Los rebeldes y la cultura innovadora
Identificar a los “rebeldes” dentro de nuestra organización es el primer paso para desarrollar una cultura innovadora, pero ¿Cómo saber si existen en mi empresa?¿cómo puedo identificarlos?
Por experiencia, el 99% de las empresas cuenta con ellos, y por lo general, se trata de personas resilientes, curiosas, con alta tolerancia al fracaso, que están permanentemente cuestionando el status quo y las normas y que tienen ganas de descubrir y explorar lo que aún les resulta desconocido. Al empoderar a estos “innovadores inconformistas” y expandir su espíritu a todo el equipo, las empresas pueden superar las barreras tradicionales y fomentar un verdadero cambio.
A continuación, presento algunas iniciativas que, en mi experiencia como consultora, he podido observar que se repiten constantemente en organizaciones con fuertes culturas internas que fomentan la innovación y puede servirles como guía práctica para sus empresas:
- Crear espacios seguros para la experimentación donde los colaboradores puedan probar nuevas ideas y experimentar sin miedo al fracaso.
- Incentivar la diversidad de pensamiento conformando un equipo diverso en términos de habilidades, experiencias, y perspectivas.
- Implementar sistemas de reconocimiento e incentivos.
- Proporcionar los recursos y herramientas necesarios. Esto incluye tanto recursos financieros como acceso a tecnologías, formación especializada y tiempo dedicado a proyectos de innovación.
- Crear un ambiente donde la comunicación abierta y el intercambio de ideas sean la norma para así ayudar a que las buenas ideas se reconozcan y desarrollen más rápidamente.
- Establecer objetivos claros, pero flexibles.
El mundo no para y la necesidad de adaptarse ya no es una alternativa, sino más bien una obligación. Los invito a reflexionar sobre cómo pueden contribuir a este cambio. ¿Cómo pueden fomentar la innovación en su espacio de trabajo? ¿De qué manera pueden ser parte de la solución, desafiando las normas y explorando nuevas posibilidades? El momento de actuar es ahora, desafiemos los límites preestablecidos y seamos parte de esta “rebelión innovadora”.